En las últimas décadas existe un claro aumento de la incidencia de lesiones durante la práctica deportiva. En mi experiencia profesional he tenido que encontrarme con varios jugadores de fútbol que las han sufrido y que por lo tanto, les ha dificultado su progresión deportiva en alguna de sus etapas. Una lesión en el deportista tiene consecuencias negativas para el rendimiento deportivo, no sólo por las limitaciones físicas que provoca sino por sus consecuencias psicológicas.

Los deportistas experimentan un duelo psicológico, atravesando todas sus etapas (negación, enojo, negociación, depresión, aceptación, reorganización). La psicología del deporte debe de aportar la reorganización activa del deportista después de una lesión y no permitir que se mantenga anclado a estados como la negación, que puede resultar muy perjudicial ya que el deportista obvia las implicaciones de su lesión y por tanto no se recupera ni de la mejor manera, ni de la forma más rápida. El estrés es la variable psicológica más relevante en lo referente a las lesiones, y lo podemos entender como una respuesta compleja que puede aparecer antes, durante y después de la lesión. Cuando el deportista está estresado, tiene una sobreactivación muscular y es más probable que no preste atención a lo que es más relevante. Como consecuencia, no se concentrará de manera adecuada ni atenderá a los estímulos de una manera óptima. Entender la lesión como un reto les hace poner todo su esfuerzo y sacrificio en recuperarse para volver a practicar su actividad deportiva. Además, hay que tener en cuenta que los deportistas suelen ser personas relativamente jóvenes, en muy buen estado de forma física y con unas características que de por sí, facilitan el que superen grandes obstáculos día a día. De ellos nos dan muestra los numerosos deportistas de élite, que siendo diagnosticados con una grave lesión podemos volver a verlos recuperados en el terreno de juego antes de lo previsto. Podemos encontrar relación entre el estado psicológico del deportista y la posibilidad de sufrir una lesión. Ante esta situación, el trabajo que desarrollamos los psicólogos deportivos es importante para reducir el riesgo de sufrir lesiones y aumentar el rendimiento del deportista, trabajando y potenciando variables como son la concentración, la motivación, la autoconfianza y el control de la tensión. Recordemos también que nuestro cuerpo habla, nos proporciona datos sobre muchos aspectos que no podemos expresar con palabras, entonces las lesiones pueden funcionar como quejas somáticas, o intentos del deportista de transmitir algo que le angustia. No lo pone en palabras, pero si lo expresa, físicamente con la lesión.

LORENA COS @lorenacos    
 Zaragoza
Psicóloga Deportiva
lorenacos.com