Al ver esta película lo primero que notas de una parte es que haciendo las cosas desde el corazón los resultados son buenísimos. Da igual que alguien se piense que está más preparado que tú, porque lo importante son las buenas intenciones y más hoy en día en este mundo supercompetitivo en el que habitamos.

De otra parte la vida no tiene sentido por el simple hecho de estar en ella. Hay que hacerse presente en la misma, comprometerse con ella y no conformarse con dejar que esta te lleve a su antojo. Hay que ser capaz de influir en ella para conseguir objetivos, disfrutar de ella y sentirla para que merezca la pena. Los dos personajes principales hacen que la conjunción de ambos sea el binomio perfecto para una vida más plena, beneficiándose ambos de esa unión que en un principio se antojaba dificil por los prejuicios que tenemos todos hacia lo que no parece normal.

Basada en una historia real esta película francesa te hará por lo menos sentir que la vida tiene más significado que el hecho de esta en ella y que tú puedes influir para que ella  sea mejor.