Cuando hablamos de calentamiento nos referimos a una de las partes más importantes del deporte. Al hablar de deporte, no quiero referirme únicamente a la fase de competición. El calentamiento cobra importancia en el deporte en su concepto más amplio: entrenamientos y competiciones.

           ¿Qué es el calentamiento? A simple vista, esta es una pregunta que todos podemos responder sin dar muchos rodeos. Todos coincidiríamos en que es la parte previa al ejercicio, que sirve para prepararlo para la actividad física posterior, que será de mayor intensidad. Esta sería la definición que la mayoría de la gente entiende por calentamiento. No voy a decir que no es cierta, pero lo que sí es cierto es que se aleja mucho de la definición completa, que va muchísimo más allá. Yo diría que esta definición es la punta del iceberg.

            Durante el calentamiento actúan varios agentes que intervendrán en el juego. En primer lugar, el calentamiento es la fase del juego en la que, como he apuntado antes, el cuerpo se prepara la competición, ¿pero cómo? A través de un incremento del ritmo, el cuerpo (en su concepto más general y físico) va aumentando la temperatura para adecuarla al esfuerzo. La frecuencia cardiaca va incrementando, de forma que la sangre se desplaza de forma más rápida a través de nuestro cuerpo, haciendo llegar el oxígeno que requieren los músculos para sus funciones. A su vez, la frecuencia respiratoria también se incrementa en número y en volumen para cubrir la demanda de oxígeno.

Hagamos una comparación: Imaginemos que tienes un coche, de tu marca favorita de automoción, único en el mundo, sólo existe el ejemplar que tú posees, y su valor es incalculable. Como es algo inédito, imagino que ese flamante cochazo debes cuidarlo a más no poder, procurando que no se raye nunca, pasándole las revisiones oportunas, cuidando la presión de las ruedas y limpiándolo muy a menudo. Dispones de las 24 horas del día para disfrutar de él, y además haces un uso continuo, sólo lo paras cuando lo guardas en el garaje. Estoy seguro de que cualquiera lo cuidaría al máximo, y siempre estaría pendientes de que no le ocurriese nada. De lo que no estoy tan seguro es que seas capaz de sacarlo a la calle y nada más arrancarlo aceleres hasta ponerlo a 200 km/h., cambiándolo de marcha a las 5000 rpm, y sin ponerte el cinturón de seguridad. Seguramente el motor estará sufriendo, con el riesgo que conlleva de averiarse, ‘griparse’ y demás jergas de ‘lesiones de taller mecánico’. Amig@, ese coche es tu cuerpo.

Pasemos a otro aspecto: el conductor del cochazo. El calentamiento tiene una función psicológica en el ámbito deportivo. Esta función es la parte en la que el deportista debe adquirir una concentración intensa previa a la competición. Existe por tanto una fase de evasión de los aspectos externos a la actividad inmediata, es decir, nos olvidamos del mundo y nos concentramos en lo que vamos a hacer, tratando de imaginarnos cómo lo vamos a hacer y focalizándonos en el éxito que vamos a obtener (yo no me molestaría ni en ponerme el equipo para pisar el campo pensando que voy a perder), aunque sabiendo colocar nuestras expectativas (dudo que mi equipo de fútbol 7 gane 15-0 al Barça).

La concentración para jugar un partido que exija cierto rendimiento e importancia (cada uno le asignará el valor que crea correspondiente) debe ser previa incluso a la llegada al campo. Es importante mantener unos momentos de tranquilidad, sin alteraciones, durante por lo menos el día previo. Aunque tampoco se debe nunca alterar el ritmo de vida habitual, es decir, sin abandonar la rutina. Esto significa que puedes darle el paseo a tu perro la noche antes del partido, si es lo que haces cada noche, y ambos lo vais a agradecer. Por tanto, ese conductor del cochazo es tu mente, y tú decides cómo quieres conducir tu coche.

       Solo me queda una cosa más que añadir: la Dirección General de Tráfico. Desgraciadamente, está muy extendida la cultura de jugar en frío. Aunque dé por hecho que todos los que estáis leyendo este post sois auténticos deportistas, hay muchísima gente que concibe el calentamiento como una pérdida de tiempo. De primera mano, he podido observar cómo jugadores de balonmano muy experimentados cogen el balón antes de entrar a la pista, y una vez dentro lo primero que se les ocurre es hacer un lanzamiento a la escuadra con todas sus fuerzas, casi sin haberse atado los cordones. Pero sobre todo, donde suele ocurrir esto muy a menudo es en los campos de fútbol (el deporte más practicado con diferencia), donde en la fase de calentameinto, nada más pisar el césped se chuta con todas las fuerzas para marcar el primer gol, con el riesgo que conlleva de tirones, microrroturas, elongaciones… La mayoría de los aficionados al fútbol profesional observamos por televisión cómo los jugadores entran al campo después de verlos calentar unos minutos por la banda, pero lo que muchos parecen no entender es que ellos han calentado un buen rato antes del partido. Con todo esto, luego vienen las lesiones, y con ellas nunca pensamos en nosotros mismos como agentes perjudiciales, y normalmente los deportistas apelan a otros agentes externos, como por ejemplo al pavimento o terreno.

            Mi propuesta es, para todos aquellos educadores deportivos, el calentamiento es una parte fundamental del deporte, y debe ser enseñado como lo importante que es, y no como un acto mecanizado previo a un partido o entrenamiento. Y para todos aquellos amantes del deporte, y sobre todo del deporte amateur, confío en que valoréis la importancia del calentamiento, y lo incorporéis a vuestra rutina previa a cualquier partido, entrenamiento o ‘partidillo’ con los amigos, para evitar lesiones que puedan ocasionar daños irreparables, en muchos casos.

 JUANKI LUNGARAN @JuankiLungaran
Castilla – La Mancha
http://hazlodeportivamente.blogspot.com.es