Hace unos meses conocí la increíble historia de Álex Arévalo. El gaditano nació hace 17 años con malformaciones en piernas y manos, un 85% de discapacidad. En esta película hecha realidad, existen muchos obstáculos, el lado más bonito del deporte y un CAMPEÓN.

Gracias al deporte, Álex ha conseguido reconducir su vida. La superación, valentía, ganas de vivir han sido fundamentales para su éxito. Sueña con llegar al oro en las olimpiadas. En su palmares ha conquistado seis medallas, no hay adjetivos para describir esta gran hazaña. Su historia, debe ser un referente para saltar, romper o esquivar los muros en el deporte y en la vida. Su actividad deportiva, le ha dado sentido a su afán de luchar, siendo competitivo ha conseguido ser feliz.

Este joven, levanta la admiración de personas dentro y fuera del deporte. Su mensaje es claro “Yo no soy ni Cristiano ni Messi, pero ellos no son como yo”. Ellos nacieron con cualidades sobrenaturales, Álex ha tenido que esforzarse un 300% para alcanzar sus sueños. La motivación en el deporte, el optimismo puede cambiar la vida alcanzando metas “imposibles”.

No solamente es importante ganar, lo vital es como se gana. Este joven gaditano, ha ganado el pulso a sus barreras, a sus problemas. Valores como esfuerzo, sacrificio, luchar hasta el final; sirven para tener grandes historias deportivas como la de Álex Arévalo. Ante todo esto, sólo queda mostrar mi admiración ante su historia. Ha dirigido su vida positivamente, sin tener en cuenta sus problemas, la ha enfocado hacia sus sueños.

ALEJANDRO PINEDO SOLANO @AlejandroPine29