“Se trata de no ser nunca negativo con uno mismo. Sí, es posible que el adversario sea difícil, y que quizá te gano la última vez que te enfrentaste a él, y vale, que a lo mejor tú tampoco estás jugando demasiado bien, pero en el momento en que empiezas a pensar en estas cosas estás acabado. Yo voy a todos los partidos convencido de que voy a ganar. No hay más.”
Sin duda alguna, esta cita del ex – tenista Jimmy Connors, Bicampeón de Wimbledon y 5 US Open, capta en toda regla la esencia de aquello que conocemos como “autoconfianza”, una variable psicológica muy relacionada con el rendimiento y característica primordial de aquell@s deportistas que logran el éxito; cualidad que, por otro lado, much@s otr@s ansían.

Las investigaciones sobre el tema apuntan a que la confianza es el factor más importante en cuanto a la distinción entre deportistas de élite y aquell@s con un menor nivel de rendimiento. Y es que independientemente del deporte del que se trate, la creencia firme en un@ mism@ y en nuestras capacidades, son factores esenciales que han de estar presente en todo desempeño deportivo.
Desde la psicología, en concreto desde su aplicación al ámbito deportivo, se definiría como la creencia de que se puede realizar de manera satisfactoria una determinada conducta. Digamos que sería la suposición de un/a deportista de que puede ser capaz de lograr el éxito en una determinada tarea o situación basándose en la percepción de que dispone de la capacidad suficiente para afrontarla y que además los resultados que obtendrá, serán positivos. Obviamente, la autoconfianza no nace de un día para otro sino que se establece progresivamente en función de las experiencias pasadas. Esto, lleva implícita la idea de que se puede intervenir sobre ella, bien en vistas a un desarrollo de la misma en aquell@s deportistas cuyos niveles en esta variable tienden a ser bajos, bien en vistas a potenciarla; ambas tareas a abordar desde la Psicología Deportiva en su labor conjunta con los entrenadores y entrenadoras.
Pero, ¿qué es lo que realmente la hace tan fundamental en la vida de un/a deportista? Como se ha podido observar, la confianza se caracteriza por unas altas expectativas de éxito, repercutiendo y ayudando por tanto a las personas en múltiples áreas y es aquí donde radica su importancia:
- Activa emociones positivas. Las personas que se sienten seguras de sí mismas actúan de manera más asertiva y enérgica cuando los resultados de la competición aún están en juego. Esto se debe fundamentalmente a que tienden a experimentar sensaciones de tranquilidad y relajación en situaciones que implican presión.
- Facilita la concentración. Lejos de estar en un permanente estado de preocupación y evaluación sobre lo que se está haciendo bien o mal y sus posibles consecuencias, l@s deportistas que confían en sus capacidades centran su atención en la tarea que están desempeñando evitando por tanto, que los errores mermen su concentración y se distraigan con mayor facilidad.
- Influyen en los objetivos. Personas con altos niveles de autoconfianza tienden a proponerse objetivos estimulantes que conlleven un esfuerzo intenso para poder alcanzarlos. Por el contrario, niveles bajos de esta variable, aumenta la probabilidad de fijarse objetivos fáciles y que conllevan poco esfuerzo y que dificultan desarrollar al máximo su potencial, circunstancia que suele conseguirse solo cuando se apunta a lo más alto.
- Hace que aumente el esfuerzo. De la confianza dependen en gran parte tanto la cantidad como la duración del esfuerzo que se ponga en marcha en vistas a alcanzar un determinado objetivo o meta.
- Afecta a las estrategias del juego. La diferencia entre jugar para ganar o jugar para evitar perder radica una vez más, en el nivel de autoconfianza de l@s deportistas. Aquell@s que confían en sus capacidades tienden a asumir el control de la competición sin miedo a correr riesgos y por tanto con la vista puesta en el objetivo de lograr la victoria. Por el contrario l@s más insegur@s se muestran indecisos y luchan por evitar el fracaso.
- Afecta al ímpetu psicológico. Son much@s l@s que apuntan a que los cambios del ímpetu son un factor decisivo tanto en las derrotas como en las victorias. Generalmente, la autoconfianza hace que l@s deportistas aborden las situaciones más complicadas como si de un reto se tratara, por lo que tienden a reaccionar con una resolución mucho mayor que aquell@s que se muestran inseguros. Esto influye de manera notoria en situaciones complicadas, ya que aumenta la probabilidad de remontar en la adversidad.
En resumidas cuentas, aún no se han encontrado las ventajas de enfrentarse a las situaciones competitivas de manera desconfiada o insegura. Sin embargo, como hemos podido observar, son muchas las que inciden de manera positiva cuando la confianza en un@ mism@ y nuestras destrezas es alta; lo que se traduce en adecuados niveles de desempeño y rendimiento deportivo, llevando a el/la deportista de la mano hacia el camino del éxito. Ya no hay excusas ¿A qué esperar para desarrollarla o potenciarla?
CRISTINA ORTIZ. @cristifroggy