Nadie duda de que controlar la carga física (volumen, intensidad y periodos de descanso) es algo fundamental en el entrenamiento. Un mal control de esta carga puede llevar al jugador a no alcanzar su mayor rendimiento o, lo que es peor, a lesionarse. Pero… ¿y la carga psicológica? ¿alguien la controla?

fatiga runners

Enlace original foto: www.runners.es

Controlar la carga psicológica en el entrenamiento es vital para que nuestros deportistas aprovechen mejor el tiempo de entrenamiento, asimilen mejor conceptos técnicos y tácticos, soporten el trabajo físico, se lesionen menos y se recuperen mejor y no sufran un exceso de cansancio y agotamiento psicológico (del agotamiento psicológico hablaremos otro día).

Si la carga psicológica es insuficiente, el entrenamiento se hará aburrido y pesado. Muchos deportistas, en tales circunstancias, pierden la motivación por el deporte. Sesiones de entrenamiento en las que se trabaja de forma monótona, con poca participación de los deportistas o que no tienen objetivos ni contenidos estimulantes son un ejemplo de carga psicológica insuficiente. Por otra parte, un exceso de carga psicológica también es perjudicial para los deportistas: entrenamientos en los que existen muchas demandas psicológicas (sobrecarga cuantitativa) o demandas muy estresantes que obligan a los deportistas a un enorme sobreesfuerzo psicológico (sobrecarga cualitativa).

Las cargas psicológicas, en dosis apropiadas, contribuyen a la mejora de los deportistas: pueden provocar un sobreesfuerzo psicológico que sirva para controlar una situación de cierta dificultad. Y a esta carga psicológica productiva es donde pretende llegar la metodología de Zona Porters. La participación de todos los porteros en los ejercicios (ningún portero está sin hacer nada mientras los compañeros trabajan), la utilización de material innovador (muñecos, reboteadores, cajones de rebote, pelotas de colores, etc.), la renovación constante de las tareas y de sus objetivos, el trabajo de varios contenidos durante la sesión y las correcciones constantes de los entrenadores son elementos que favorecen una carga psicológica productiva. Con el objetivo de evitar que la carga psicológica del entrenamiento sea excesiva, en ocasiones se añaden tareas que requieren muy poca toma de decisiones. Estos ejercicios suelen dejarse para el final de la sesión, cuando el portero ya esta cansado física y psicológicamente, y tienen un carácter más bien lúdico, centrándonos en el disfrute del portero.

A continuación presentamos algunas ideas prácticas para lograr una carga psicológica apropiada: utilizar ejercicios en los que todos participen cada poco tiempo, evitar que los deportistas tengan que realizar sobreesfuerzos prolongados de concentración, evitar ejercicios demasiado largos que provoquen un cansancio atencional y utilizar ejercicios competitivos (con experiencias de éxito y fracaso repartidas) y que sean gratificantes para el deportista.

FRAN HERRUZO TORRES
Psicólogo del Deporte – Nº Col. 23622
Director de @PsicoAction
UEFA B  – Entrenador de porteros
www.psicoaction.com 
@franpsicoaction