El éxito está en saber construir un gran equipo

Los éxitos de un entrenador de fútbol dependen en mayor medida de los jugadores que componen la plantilla y de su equipo de trabajo. Para formar un gran equipo de fútbol es fundamental contar desde el principio con las personas adecuadas y tener así más probabilidades de éxito. Muchos son los proyectos que se ven abocados a fracaso desde un principio, por tener una mala planificación en este aspecto.

Cuando llegamos a un equipo nos encontraremos equipos prácticamente formados, otros que hay que retocarlos para mejorarlos y otros que hay que reconstruirlos prácticamente desde el principio. Son tres situaciones diferentes en las que debemos realizar un gran trabajo si queremos que nuestro equipo de fútbol tenga posibilidades de éxito a lo largo de la temporada.

Un buen jugador puede marcar muchos goles pero es el equipo de fútbol el que gana los partidos

Verificar a nuestros jugadores 

Cuando llegamos a un equipo de fútbol el momento más importante es el de verificar que los jugadores que van a formar parte del mismo cumplen con los criterios necesarios para formar un gran equipo de fútbol. Para ello debemos de verificar varios aspectos que nos darán pistas de que puede aportar cada jugador a un proyecto con garantías de éxito como es el nuestro.

  1. Historia. Es importante repasar detalladamente la trayectoria de cada jugador para obtener datos de como ha llegado hasta aquí: Temporadas en equipos de primer nivel, resultados estadísticos, cuantas veces ha abandonado un equipo, incidentes que ha tenido a lo largo de su carrera, lesiones, que dicen de el sus antiguos entrenadores y compañeros, etc. Este aspecto sin duda es muy importante y aunque cada temporada es una historia diferente, si hay varias versiones que son coincidentes de un mismo jugador nos van a aportar datos necesarios para saber si queremos que este con nosotros en el mismo barco.
  2. Interés. Verdadero interés en formar equipo. Si un jugador no muestra interés por formar parte de nuestro equipo no lo fiches. La experiencia durante muchos años de entrenador me dice que si un jugador elige tu equipo por ser una segunda o tercera opción no va a poner todo la pasión que hace falta en la suma de todos los que constituyen el equipo. A veces si pasa que este poco interés se revierte con buenos resultados de equipo o individuales o porque el jugador se mete en la dinámica que tu quieres como entrenador y este se encuentra cómodo en el equipo, pero esto es lo menos común estadísticamente.
  3. La reacción del jugador. Hay que poner a prueba a los jugadores para ver hasta donde pueden llegar. Si tu dices aspectos organizativos sobre normas, días de entrenamiento, horarios, etc y escuchas a un jugador comentarios como: ¡Dos horas de entrenamiento!, ¡Los sábados también hay que entrenar! o indicios parecidos, eso es lo que llamamos reacción y eso ilustra la filosofía que tiene el jugador. Es conveniente ponerlos a prueba desde el principio porque las reacciones vendrán pronto y esto puede suponer un problema.
  4. Los resultados deben ser igual a la calidad. Si tenemos un jugador que tiene una inmensa calidad pero después los resultados en los partidos no atesoran la misma, es porque falla en otro aspecto importante: no entrena bien, tácticamente no es bueno, no llega a los partidos en el mejor estado físico, etc. Son muchos los jugadores de calidad que no rinden bien por determinados motivos que le impiden llegar lejos en el mundo del fútbol.

Pautas para crear nuestro equipo de fútbol

Como entrenadores tenemos que ser sinceros y claros con lo que buscamos para la formación del equipo. No podemos vender una cosa y después hacer otra diferente. Son muchos los entrenadores que prometen una cosa en el inicio de pretemporada y después ofrecen otra cosa diferente el resto del año.

“La vida fue diseñada para merecer al reaccionar, no al necesitar”. Tenemos que trabajar y hacer bien las cosas, paso a paso, para merecer buenos resultados. Si no te mueves o haces para llegar a tu objetivo no esperes que los resultados vengan porque sí.

Para formar un equipo exitoso debe de reconocer cuando tiene demasiada gente. Jugadores no implicados con un equipo de fútbol o que van en otra dirección restan posibilidades de éxito al grupo. Hay que tener los jugadores que hay que tener para ganar en calidad, pasión y compromiso. Solamente cuando uno esta apurado es posible reclutar a perdedores o jugadores poco comprometidos.

No se demore mucho en saber si un jugador no está consiguiendo buenos resultados. Un buen entrenador tiene que ser inteligente para saber cuanto es un tiempo razonable.

Los entrenadores tienen que entender la realidad y no sorprenderse cuando ocurra lo inevitable. Como entrenador hay que estar alerta, conocer la situación y adelantarse a los acontecimientos. Esta es una cualidad muy importante que todo entrenador debe tener. Si nuestro equipo navega por un rió hay que descubrir a nuestro equipo donde están las cataratas antes de llegar a ellas.

Un entrenador debe realizar constantemente un estudio de las posibilidades que tiene su equipo para conseguir mejores resultados. Las posibilidades están siempre a nuestro alrededor.

Un gran entrenador debe tener la habilidad de descubrir todos los talentos de nuestros jugadores. Hay muchos jugadores de fútbol que pasan desapercibidos porque los entrenadores no han sido capaces de descubrir sus talentos ocultos y realmente hay que explotar esos talentos porque esa va a ser la diferencia, respecto a otros equipos, para sacar más rendimiento de toda la plantilla. Pasa mucho que un jugador con un entrenador no va y sin embargo llega otro diferente y sabe buscarle su rol en el equipo explotando esas cualidades que tiene y que anteriormente no había explotado.

Acepte consejos pero no ordenes. Tome decisiones basadas en llegar a una conclusión correcta según la información recibida. Un entrenador tiene que tener la capacidad de escuchar y recibir información de todos los miembros del equipo y todo lo que nos rodea, para después según nuestro criterio elegir aquella que es relevante y nos va a aportar datos de cosas que tenemos que cambiar o mejorar.

No sea un entrenador superficial. Deje que otras personas discutan, lloren, se quejen ……. pero usted no. Hay entrenadores de fútbol que viven en la queja, en el desanimo, en su enfado, etc y ponen el foco en otra parte para evitar responsabilidades. El verdadero líder trabaja pese a las circunstancias para mejorar a su equipo.

Aprenda a ayudar a la gente, no solo con el entrenamiento, sin no con sus vidas. No enseñemos a nuestros jugadores a ser buenos jugadores, sino también buena gente.

“Un trabajo exitoso es un grupo de muchas manos y una mente.” Bill Bethel