En un momento en el que ya casi terminan las pretemporadas de los grandes equipos, en breves comenzarán la fase de pretemporada los equipos de fútbol base. Niños/as de diversas edades, familiares que les acompañarán durante los meses que dure esta aventura, con la ilusión de vivir algo bonito, con la intención de disfrutar al máximo de cada entrenamiento y cada partido; y delante de este marco nosotros/as, los entrenadores. ¿Cómo visualizamos la temporada?¿A qué le damos especial importancia?¿Cuáles serán los pilares en los que se sustente nuestro trabajo como entrenador y como educador?
Es importante tener esto lo más claro posible, porque los pasos que demos al principio, sin duda, marcarán el devenir de lo que resta de temporada. Obviamente, partimos de la base de que a nadie le gusta perder, y nadie compite para perder, pero…¿es esto lo único que nos importa?¿basamos el éxito de nuestra temporada en conseguir ganarla, o en función de nuestro puesto en la clasificación? Porque no se engañen, si ganar es importante, la forma en que lo hacen es más aún, porque probablemente esta forma de ganar, o llamado de una manera más técnica, este estilo de juego, será realmente lo que defina a tu equipo, y en consecuencia, a ti como entrenador/a.
Sin duda en la élite, en máximo nivel, la pretemporada se realiza con el objetivo de ganar el primer partido de liga, para lograr esa cierta tranquilidad para encarar el segundo partido, el tercero, porque al fin y al cabo en este contexto sí estás condicionado/a por los resultados que consigue tu equipo, en mayor o menor grado, de modo que compites para ganar, para lograr los mejores resultados posibles, porque como dicen, ‘‘ganar conduce a ganar, en consecuencia obtienes credibilidad, confianza, y tranquilidad.’’ Pero estamos en fútbol base, en un contexto totalmente distinto, en el que el jugador se encuentra en fase de crecimiento. Y creo que aquí está la clave todo, ‘‘fase de crecimiento’’.
Por tanto, trabaje con sus jugadores, y digo con sus jugadores porque este proceso interactivo no sólo es para que aprendan ellos, sino para que nosotros también aprendamos de ellos. Escuchemos, veamos, valoremos, analicemos, y saquemos conclusiones. Observe cómo interactúan en el campo, las sinergias que se producen entre ellos, cómo poco a poco van mejorando sus interacciones, su diálogo con los compañeros (tanto el verbal como el no verbal). Compruebe cómo llegarán en situaciones concretas de juego a no hablar, porque ellos mismos saben cómo prefiere su compañero recibir el balón, saben lo que va a hacer, y cuáles serían los movimientos más adecuados a realizarse a continuación, para que todo continúe de la manera más natural posible.
Y para llegar a esto, para ‘‘dar con la tecla’’ como se suele decir, elegir un modelo de juego que potencie, ensalce, y que haga que se vean las características de nuestros jugadores al máximo posible, debemos esforzarnos por conocerles al detalle, su lado humano, sus inquietudes, sus gustos, sus preferencias, lo que le produce nerviosismo, para llegar a un punto en que, sólo con mirarle, sepas lo que le sucede. Hágales partícipes a todos, porque todos ellos son importantes, se necesita de la fuerza de todos y cada uno de ellos para conseguir cosas realmente excepcionales. Y habrá un momento en el cual los nudos de unión serán tan fuertes, que habrás formado un equipo de verdad, un bloque compacto y sin fisuras, que competirá con ilusión, con ambición, hasta el último segundo, sin dejarse nada dentro.
Según Stephen R. Covey, hay 3 paradigmas: la dependencia, la independencia, y la interdepencia. Sin duda este último, la interdepencia, es el más importante de los tres, porque es el paradigma del nosotros: nosotros podemos hacerlo, nosotros podemos cooperar, nosotros podemos combinar nuestros talentos y aptitudes para crear, juntos, algo más importante. Consiga potenciar ese nosotros, y empezará a dar pasos hacia un éxito de verdad. Empiece a potenciarlo desde ya, desde el primer día de pretemporada, y comprobará en un tiempo cuán importante es trabajar en estos aspectos, en estos detalles.
‘’Si tus jugadores te temen, lucharán por ti; si te quieren, morirán por ti.’’
PABLO CAVA HARINERO – @PCavaHarinero “Un esfuerzo total es una victoria completa”