¿A qué nos referimos con saber tomar decisiones?
Hacemos referencia a una “inteligencia contextual”, es decir, un perfeccionamiento global que se va a desarrollar a partir del entrenamiento y de la práctica continuada semejante a las condiciones de la competición. Por lo tanto, es una inteligencia que se trabaja y que si bien está predeterminada por la genética, lo realmente importante es la estimulación mediante el entrenamiento y las horas de trabajo significativo y de calidad. De ahí la importancia que el entrenador promueva en sus jugadores un proceso de reflexión y exploración (una mentalidad de crecimiento), frente a una mentalidad fija que limite el desarrollo.
¿Qué factores inciden en el desarrollo de la toma de decisiones?
Son muchas y variadas las características que inciden en el proceso de toma de decisiones en el futbolista. Si nos adherimos a las teorías de carácter ecológico, la organización de este proceso se centra en el análisis de tres componentes: las propias capacidades del futbolista, las características del contexto en el que se desenvuelve y las tarea que debe resolver.
Las características del deportista se refieren a las características individuales del futbolista, es decir, factores que irán de lo cuantitativo (peso, composición corporal, altura…) hasta otras de carácter cualitativo y alterables con el entrenamiento (conexiones sinápticas en el cerebro, patrones de coordinación motriz, características psicológicas, motivación o emoción). Pongamos un ejemplo, ¿Sería igual el nivel exigencia coordinativa y de motivación en una tarea estática de pases por parejas, que una tarea en la que tengamos que ir pasando el balón en función de unas reglas que limiten el espacio y/o tiempo? La adecuación temporal y espacial obligarán al jugador a un elevado nivel de coordinación a la tarea con lo cual su nivel de conexiones cerebrales aumentará y de ese modo su motivación hacia el objetivo también.
Las características del contexto de actuación del futbolista tienen que ver con la relación del jugador-entorno. De manera que, hablamos de las condiciones físicas de sus sentidos (campo visual, percepción de los movimientos de los compañeros…), es decir, resaltamos la importancia de la capacidad perceptiva del futbolista, su nivel de atención sobre los estímulos relevantes y la concentración en la tarea. Por otro lado, en este proceso también influirían las condiciones del entorno (la luz, nivel de altitud, o presencia de público) y por último, las características psico-sociales que se desprenden del proceso entrenamiento- competición (marcador adverso, clara ventaja en el resultado…), este último factor no es baladí, ya que pueden ejercer gran presión sobre el futbolista y en algunos casos suponer un descenso del rendimiento o un descenso en el nivel de concentración en función del propio resultado (recuperar un marcador adverso o mantener una ventaja consolidada).
El último componente de análisis, serían los condicionantes de la tarea que se debe resolver. Es quizás, la herramienta con la que el entrenador puede guiar el proceso de toma de decisiones en el jugador. Estos condicionantes están determinadas por muchos componentes aunque podríamos agruparlos en dos: por un lado, los objetivos que persigue la actividad y por otro, las reglas específicas que rigen el fútbol o cualquier tarea de entrenamiento en la que incluiríamos el uso de material, la relación espacio-temporal con el resto de jugadores etc. La importancia del entrenador radica en conocer de antemano las posibles respuestas que sus jugadores pueden dar frente a las tareas propuestas, de este modo, podremos realizar progresiones de enseñanza a través de la manipulación contextual de la tarea, en la misma medida que el conocimiento del jugador sobre el juego aumenta.

Figura 1. Interacción factores que inciden en la toma de decisiones (Elaboración Propia).
Dichas progresiones que a continuación presentamos en forma de ejemplos, siempre deberán estar supeditadas al objetivo a alcanzar (conservar el balón, circular el balón con velocidad, finalizar por banda..).
Algunos ejemplos dentro de la evolución contextual para aumentar la demanda decisional: (I) Espacios amplios à espacios reducidos à espacios prohibidos; (II) zona única à zonas de tránsito à varias zonas; (III) superioridad numérica à igualdad numérica à inferioridad numérica; (IV) Densidad baja compañeros- adversarios à densidad alta compañeros- adversarios; (V) Delimitación relación jugador-balón baja à delimitación relación jugador- balón alta…lógicamente y como antes hemos comentado, la combinación de estos ejemplos, podrá ofrecernos posibilidad infinitas que el entrenador irá adecuando en función de los objetivos a perseguir con la tarea.
Autor: Iván Rivilla Arias @Rivilla_ Es doctor y licenciado en ciencias de la actividad física y el deporte; y profesor en la Universidad Internacional de la Rioja.