Uno de los factores que más frecuentemente se relacionan con los déficits de motivación en deportistas, suele ser el agotamiento mental o psicológico.

Es común la aparición de este estado mental de fatiga, en las etapas finales de macrociclos deportivos. A estas alturas, los deportistas ya han disputado una gran parte de las competiciones para las que llevan toda la temporada preparándose.

cansancio

La necesidad intempestiva de superación, la presión por la obtención de determinados resultados, los incontables viajes, el nivel de competición de los rivales y las exigencias y requerimientos de los entrenadores, son aspectos que de forma progresiva van aportando cierta carga a nuestra mente, haciéndose cada vez más pesada y provocando ese estado de agotamiento psicológico en el deportista que, en la mayor parte de los casos, suele acompañarse de un claro agotamiento físico.

En estos casos, y sobre todo para evitar la merma de los resultados en las competiciones, resulta esencial realizar un alto en el camino. Un cese temporal que les permita analizar y replantearse la situación pero sobre todo, descansar para recargar pilas.

Es cierto que, dadas las características de determinadas modalidades deportivas o de ciertos niveles de competición, no siempre le es posible al deportista en cuestión, llevar a cabo dicho cese en la actividad por lo que la intervención en este caso, debe orientarse al establecimiento de un programa de entrenamiento psicológico para el control del estrés que le permita incorporar algunas estrategias de afrontamiento como la relajación, el control de los pensamientos la visualización o la reestructuración cognitiva.

Por último, cabe resaltar los casos en los que los deportistas ya han finalizado su temporada y, sin embargo, ya tienen la vista puesta en la siguiente. Planifican todo un entrenamiento físico (a menudo, con objetivos bastante exigentes) durante los meses de descanso y lo hacen con tanto ahínco para llegar a punto a la pretemporada, que a menudo, se olvidan de desconectar y de centrarse, por ejemplo, en otro tipo de actividades que les ayude a evadir su mente en este tiempo de descanso. El problema es que, en estos casos, el efecto conseguido suele ser todo lo contrario al pretendido: llegan agotados física y mentalmente y por lo general, bastante desconcentrados debido a la constante presión que ejerce el haber trabajado tanto para llegar hasta ahí y no estar rindiendo al nivel esperado.

Aunque entrenes, aprovecha este tiempo para descansar y dormir las horas adecuadas, llevar una alimentación adecuada y acorde con las exigencias de tu entrenamiento, realizar otro tipo de actividades ya sean deportivas o de ocio que además, te permitan interactuar con otras personas. Desconecta, tu mente y tu cuerpo, te lo agradecerán enormemente.

CRISTINA ORTIZ. @cristifroggy