Muchas veces como entrenadores, deportistas o en nuestra propia vida nos encerramos en una armadura que nos hace aparentar lo que en realidad no somos y no nos deja ver los mensajes de las personas que nos quieren, que ven como poco a poco perdemos la esencia de lo que en un principio eramos en estado puro.
Tenemos que pensar que cualquier día puede pasar que esa armadura que llevamos puesta, puede dejar de brillar y se puede convertir en pesada o quedarnos atrapados en ella.
¿Que armadura nos solemos poner los entrenadores o deportistas? Hay muchos tipos de armaduras que podemos coger y que en momentos puntuales nos va ha hacernos sentir muy bien pero que sin ella no sera lo mismo al igual que le pasaba al personaje de nuestro libro. La armadura de la fama o prestigio que tienen muchos entrenadores hace que dejen lo más importante que es conocerse a ellos mismos y vivir del pasado cuando ya no tienen ese “éxito” y añorar esos momentos de antaño. También hay los que llevan una armadura de intentar que los otros vean sus virtudes y demostrar constantemente que “las tienen” para intentar tapar las carencias que llevan consigo y que le impiden tener confianza.
En serio, no te has preguntado alguna vez : ¿Cuando actúas dirigiendo a un equipo eres tu mismo o llevas una armadura puesta?
Te propongo que te leas este libro y me cuentes si te sientes identificado con algo de él, porque os puedo asegurar que todos llevamos o hemos llevado alguna armadura en nuestras vidas y corremos el riesgo de no vivirla si no somos el verdadero yo que todos tenemos dentro.