Los profesores y formadores, debemos brindar las herramientas para que el niño aprenda a resolver situaciones. Es muy común ver en las canchas de fútbol a los adultos, referentes de grupo, intentando manejar a los chicos como si tuvieran un joystick inalámbrico (poné, pasá, pateá…).
Hay que enseñar a elegir, a resolver situaciones y por sobre todo debemos explicar el por qué de cada elección. Cada niño estará preparado cognitivamente para seleccionar cuál de las situaciones será efectiva para resolver una problemática de juego, siempre y cuando, no se lo ejercite sólo motrizmente. Tienen que entender por qué es preferible resolver de una manera determinada, para que ellos lo asimilen y lo pongan en práctica por decisión propia no por imposición, dejando de lado el estándar robotizado de repetición constante, dando paso a la libertad de elección del niño capacitándolo en el conocimiento de sus propios recursos y habilidades.
De ninguna manera podemos resolverlas nosotros por ellos sino, el día que no estemos, seguirán esperando que alguien aprete por ellos R1, X y O.
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