Pretextos que pueden exhibir los entrenadores de fútbol después de perder un partido, en orden de credibilidad ascendente:
- El árbitro.
- La mala suerte.
- El campo.
- Las lesiones.
- El calendario apretado.
- El juego violento del rival.
- Nos confiamos.
- Los muchachos no aplicaron mis instrucciones.
- Ellos fueron mejores.
- Me equivoqué.
- Si todo lo anterior falla: Son cosas del fútbol.
Extraído del libro: “Las leyes del fútbol”