Autor: Daniel Navarro  

En la entrada hoy voy a explicaros el método que sigo con mi equipo y la estructura que siguen todos y cada uno de mis entrenamientos.

Contextualización:

En primer lugar, explicaré mi situación, dirijo un equipo benjamín en Albacete, con jugadores que en su gran mayoría son de primer año (8 años) y que nunca antes han jugado al fútbol a nivel federativo. Tengo dos horas de entrenamiento a la semana repartidas en dos días, además dispongo de un espacio bastante limitado. Respecto al material de entrenamiento cuento con lo básico, balones, petos y chinos.

En segundo lugar, mi filosofía de entrenamiento es simple: “Da igual si salen buenos o malos jugadores, lo más importante es que se diviertan en los entrenamientos y les guste el fútbol”. En estas edades, la competición es un complemento del entrenamiento, no el objetivo. De nada vale tener 12 niños campeones de la región si todos ellos van a abandonar el fútbol cuando tengan 13 o 14 años porque no lo pasan bien. Esta filosofía tiene unos enemigos inesperados, los padres y las madres. Quieren que sus hijos sean los mejores y tengan éxito en todo lo que hacen, si consigues que se lo pasen bien y además ganan “Olé”, pero primero tienes que conseguir que se diviertan.

Esta imagen dirigida a los padres de los niños debería estar en todos los campos de entrenamiento.

Estructura:

¿Por qué sigo esta estructura siempre?

Calentamiento:

La carrera continua sirve como punto de partida del entrenamiento, desde ese momento los jugadores saben que empieza el entrenamiento. Hace que la temperatura de sus músculos aumente, de este modo se reduce la posibilidad de sufrir lesiones musculares (aunque en estas edades las lesiones musculares son casi inexistentes). La carrera no debe ser ni muy extensa, ni muy intensa, por dos motivos, a estas edades la resistencia suele ser bastante baja y además es un ejercicio que les aburre mucho.

Los ejercicios de movilidad articular siempre son los mismos, de modo que los chicos al final lo aprendan y puedan ejecutarlos ellos solos y así poder preparar nosotros los ejercicios que desarrollaremos más tarde. No conviene dejarlos mucho tiempo solos ni dejarles los balones cerca.

Después les hago un juego de calentamiento sin balón, les encanta, si por ellos fuese se pegarían la hora entera jugando a ese tipo de juegos. En mi caso el juego de la “Araña” o “Muralla” es el que más éxito tiene, pero intentar ir variando, no hagáis siempre el mismo juego. Este tipo de juego implica acciones más explosivas lo que les prepara de una forma más específica para el entrenamiento.

Para finalizar el calentamiento, introducimos el elemento principal del juego, el balón. Se puede hacer simplemente mediante un rondo o bien introducir algún juego que requiera más explicaciones.

Parte Principal:

En esta parte buscaremos el objetivo principal de la sesión, pueden ser uno o más aspectos técnico-tácticos. Conviene hacer un par de ejercicios que trabajen el objetivo principal de unos 15 minutos de duración aproximadamente. En mi caso me gusta terminar la parte principal con ejercicios de finalización a portería. Siempre que os de tiempo y los niños sean relativamente pequeños procurad acabar de esta manera, a ellos chutar a puerta es lo que más le gusta y se van a casa con buen sabor de boca, así siempre querrán volver a entrenar y le hablarán muy bien a sus padres de vosotros.

Vuelta a la calma:

Se puede hacer algún juego de vuelta a la calma, pero en mi caso no suelo hacerlo, simplemente los reúno en semicírculo y ejecutamos una serie de estiramientos mientras charlamos de diferentes cosas o bien realizamos un breve recordatorio sobre lo que hemos visto en el entrenamiento. Un consejo para estas edades, no les deis la “chapa” demasiado al acabar porque no suelen atender demasiado.

A continuación os pongo el entrenamiento habitual con mi equipo para que veáis un ejemplo de este método que procuro seguir:

http://www.mediafire.com/?ftah2lwebg9jib5

Si os fijáis, intento siempre dividir a los niños para que jueguen en grupos reducidos, en estas edades es vital que los chicos tengan mucho contacto con el balón, y como es obvio, tendrán más contacto si hay menos jugadores participando.

Por otro lado, el juego de “Blancos y Negros” que realizo en el calentamiento es muy adecuado en estas edades, ya que si recordáis la anterior entrada La planificación de la vida deportiva de un futbolista esta edad es idónea para trabajar la velocidad de reacción.

En definitiva, como he repetido varias veces a lo largo del artículo, mi objetivo es que los chicos se diviertan y disfruten del fútbol. Que aprendan a jugar al fútbol y sobre todo que ganen es secundario.

Es posible que a alguno os genere dudas mi método de entrenamiento o queráis que explique algo más en profundidad, si es así dejar un comentario y estaré encantado de contestar. Si queréis explicar vuestro método de entrenamiento tal y como he hecho yo aquí, mandarme el artículo a contacto@futbolenpositivo.com o futboltytys@gmail.com.

 DANIEL NAVARRO NAVALON – @DaniNavarro91