¿Jugar en casa o fuera? Extramotivación, enemigo invisible

La presión en el deporte de élite, crece exponencialmente. El flujo de dinero, la repercusión mediática, son factores con más peso que nunca. Todos pensábamos que jugar de local, era una ventaja por el apoyo del público. Algo ha cambiado  en el deporte actualmente,  jugar en casa puede ser una desventaja.

En la última década, tenemos ejemplos que demuestran este fenómeno. El Bayern de Munich perdió una final de Champions en su casa o la final de Eurobasket en Madrid. En ambas ocasiones, la derrota se produjo por el exceso de motivación o responsabilidad. Gasol o jugadores de la talla de Robben, fueron víctimas de la extramotivación.

El equipo local, durante los días previos, siente el calor de los aficionados por la calle. La presión de ganar sí o sí, puede paralizar a cualquier persona. La palabra fracaso, decepción, cuando estás delante de tus incondicionales, se agrandan y son más dolorosas. Todos dan por hecha la victoria o que el equipo local parte con ventaja.

Sin embargo, el equipo o deportista visitante, no tiene tanta responsabilidad por ganar el partido. Eso le permite jugar más cómodo, su ansiedad es menor. Además, la psicología de los atletas ha cambiado. Los grandes futbolistas, no se sienten incómodos en ambientes hóstiles. Al revés, contestan elevando su rendimiento para callar bocas.

Entiendo que ver familias enteras, niños pequeños, al deportista le supone una carga emotiva. El deseo de proporcionar alegría a los tuyos, acaba provocando una tensión excesiva. La euforia o la ansiedad, hay que tratarlas coherentemente, porque pueden jugar a favor o en contra.

Por último, quiero añadir que la actitud del público, también incide en el rendimiento deportivo. Pitar a los futbolistas en el minuto 10, sólo consigue dañar el ánimo del deportista. El futbolista entiende los pitos como visitante, cuando juegas de local, es una situación algo surrealista.

Extramotivación, el enemigo invisible, en cada terreno de juego afecta de manera diferente.