Como entrenadores debemos estar en continua formación y reciclaje para dar lo mejor de nosotros y así que se beneficie nuestro equipo, pero sabemos que por desgracia en el fútbol sala y en todos los deportes de equipo dependemos de nuestros jugadores.
Podemos dedicarle a nuestro trabajo muchas horas y sacrificar nuestra vida privada para preparar el partido pero si los jugadores no meten la pelota en la red tu equipo no gana el partido. Cuando se miran las estadísticas, la gente juzga, y el entrenador saldrá bien parado y “será bueno ” si su equipo está en lo alto en la tabla, y si está en los ultimos puestos el gran culpable será el entrenador a vista de muchos, y lo que es peor, muchos se atreverán a decir que no tienes ni idea de este deporte.
Hay veces que tenemos suerte y la dirección deportiva que te ve trabajar te da la confianza necesaria cuando los resultados no acompañan, pero no siempre es así, aqui tenemos que confiar en nuestro trabajo y aislarnos cuando hay criticas de exterior que no ayudan a mejorar y hay una cosa que yo en particular tengo muy claro por mi experiencia personal, si el entrenador esta motivado, trabaja duro, dedica tiempo, lidera a los suyos intentando hacer que mejoren por la via de la comunicación y el dialogo, los jugadores lo suelen reconocer y valorar dando todo lo que pueden para conseguir los objetivos.
Para un entrenador es fundamental tener el apoyo de sus jugadores para que le vaya bien y aumenten sus posibilidades de éxito.