Cuando eres entrenador de Fútbol, con el paso del tiempo te das cuenta que entre Rajoy, Zapatero y tú, no hay mucha diferencia, ya que el entrenador siempre tiene la culpa. Si llueve es culpa de Rajoy, Zapatero o tuya por ser entrenador. Aunque haya empezado un poco sarcástico, creo que la gente no ve la responsabilidad que tiene un entrenador y que simplemente es más fácil echar balones fuera que muchas veces reconocer que la culpa es de uno mismo.

Voy a hacer una breve reseña, si hablásemos de psicología, en concreto de P.N.L. (Programación Neuro Lingüística) nos daríamos cuenta de que el echar la culpa al entrenador (que es lo fácil) es exteriorizar los problemas, pero esto no los soluciona.

¿Un entrenador tiene la culpa de todo? No, puede ser que algo de culpa en algún momento pueda tener, pero por un hecho concreto, no siempre.

No nos damos cuenta de que el entrenador no está para cuidar ni educar a los chavales, sino que está para enseñarles a jugar al fútbol y hacer que se diviertan, el entrenador no tiene la culpa que un chaval se porte mal, y muchas veces son esos padres los que quieren responsabilizar al entrenador de que su hijo se comporte inadecuadamente, a veces, suelen pedir hasta el cese del entrenador, es irónico que el padre del chaval que se porta mal pida que echen a un entrenador porque él no sabe educar a su hijo.

Otro caso que se me viene a la cabeza, es el de que: ¡el entrenador no saca el tiempo que debe sacar a mi hijo, con lo bueno que es! Yo creo que todos los entrenadores debemos de tener en nuestras filas a jugadores internacionales, y que pena que no sabemos apreciar su calidad. Muchos padres no se dan cuenta de que ellos piensan por sus hijos, pero el entrenador tiene un grupo de 7, 12, 15, 18, 20 hasta 25 chavales en su plantilla y tiene que pensar por cada uno de ellos como equipo, buscando también el lograr sus objetivos.

Pero con respecto a este caso, hay una cosa con la que me río mucho, y es: Mi hijo fue a unas pruebas y no lo cogieron, ¡con lo bueno que es! ¡No saben seleccionar jugadores! Sinceramente, si yo soy el entrenador y conociese a tal padre (que los he conocido) yo no le cogería por muy bueno que fuese el chaval, y es una pena porque el perjudica es el niño, que en definitiva, no tiene culpa de nada.

Pero lo siguiente que dice el padre es: han cogido al enchufado y no han cogido a mi hijo, porque tienen miedo de lo bueno que es. ¿Existe el enchufismo? Sí, para que nos vamos a engañar, pero claro, el entrenador tiene miedo de coger a un crack, de lo bueno que es, no vaya a ser que con él ganen partidos (ironía). Hay una cosa básica que hago cada vez que tengo que elegir a alguien para que juegue en mi equipo, y es, pasión por las que jugar, si podrá jugar según mis estrategias y luego miro su calidad.

Alguno se preguntará, ¿los entrenadores no tienen la culpa de nada? Ni un extremo ni otro, los entrenadores somos como jefes y nuestras decisiones producen consecuencias, unas veces saldrán bien y otras no, pero hay que ver con que esto es un juego donde se tienen que divertir, no venir amargados, ni los jugadores ni los entrenadores.

Lo fácil es echar la culpa de todos nuestros problemas al entrenador, pero es que el entrenador lo tendríamos que ver como un profesor o un doctor, el cual se forma y aprende cada día y lo da todo por sus alumnos. ¿Alguien se imagina ir al médico y decirle cómo tiene que hacer su trabajo? ¿O decirle a un profesor que tiene que enseñar? Pues en el fútbol ha de ser igual, el entrenador debe de hacer lo mejor para el grupo y que nadie le diga que tiene que hacer.

Para despedirme, os dejo una frase: “Lo fácil es echar la culpa a otros de nuestros errores, lo difícil es reconocer nuestros errores y darnos cuenta de que los cometemos”.

José Ángel Serván Romero.
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