¿Deben los niños tener una posición asignada desde sus inicios en el fútbol base? ¿Y por qué?
Comencemos con una pequeña introducción. Hoy en día, todos los niños quieren ser futbolistas y parecerse a las estrellas que ven a diario en los medios de comunicación (Messi, Cristiano Ronaldo, Isco, etc.) por ello la práctica del fútbol base entre los más jóvenes está tan extendida.
Cuando tomamos el control de un equipo como entrenadores en una categoría muy precoz en la que los niños no conocen apenas las posiciones y roles que se pueden adoptar dentro de un terreno de juego, y lo único que saben es que quieren marcar goles o hacer paradas salvadoras, desde la posición del entrenador, tenemos que procurar e intentar que los niños pasen por todas las posiciones del campo, y que no tengan una posición fija hasta que alcancen la categoría de infantil o incluso cadete.
Los beneficios principales de que pasen por todas las parcelas del campo son:
- Posibilidad de experimentar todas las posiciones del juego, lo que implica que aprenda todas las funciones de las distintas posiciones y que serán jugadores más polivalentes en el futuro.
- Adquisición de mayor inteligencia futbolística.
Ahora bien, que pasen por todas las posiciones no quiere decir que haya que volver locos a los niños cambiándolos constantemente de posición. Cada niño tiene sus cualidades que pueden ser más adecuadas o menos para cada posición del campo. Por ejemplo, un niño que es notablemente más rápido que sus compañeros y rivales, por lo general, tiene mejores cualidades para colocarlo en una banda e intentar aprovechar que esa velocidad desequilibre al equipo contrario. Pero que tenga mejores cualidades para jugar en la banda no quiere decir que ese chico no pueda aprender a jugar igual de bien en cualquiera de las otras posiciones.
Podemos plantearnos la posición básica desde la que va a partir cada jugador en nuestro equipo, pero no debemos comunicársela en ningún momento, ni a ellos ni a sus padres. Este punto es importante, pues si los padres no saben qué posición básica tienen sus hijos, no se quejarán cuando jueguen en las posiciones que en un principio son las menos atractivas (portero o defensa principalmente).
En el caso de que un niño nuevo llegue a nuestro equipo y nos diga, él o su padre, que es tal o cual posición hay que procurar hacerle entender que ningún jugador de la plantilla tiene una posición asignada y todos pasan por todos los lugares.
Este sistema de gestionar las plantillas tiene sus aspectos negativos:
- Cuando un niño experimenta satisfacción y buenas sensaciones en una posición determinada, luego no le gustará salir de dicha posición para probar en otra diferente.
- Requiere de un control exhaustivo sobre qué roles adopta cada niño en cada momento de la temporada.
- Asumir que el rendimiento colectivo no va a ser el máximo.
- Implica muchas explicaciones tanto a los niños como a sus padres sobre las decisiones tomadas.
- Necesidad de planificar con antelación los partidos, los cambios y los posibles imprevistos.
En definitiva, todos estos aspectos negativos se resumen en uno, el entrenador debe trabajar más. Pero nuestro objetivo principal, que es formar buenos futbolistas, será más factible con este método.
A continuación les dejo un ejemplo de una tabla de seguimiento posicional:
Y aquí el enlace para descargarlo si lo desean: http://www.mediafire.com/download/6il9at52czs0sit/Seguimiento_posicional_en_una_temporada.xlsx
DANIEL NAVARRO NAVALON – @DaniNavarro91