Los líderes los podemos los podemos dividir en líderes positivos y en líderes negativos.

Los líderes positivos normalmente saltan a la vista, puesto que en el entrenamiento o bien en los partidos su forma de actuar es totalmente natural, intentan aportar siempre al grupo y sumar, en cambio los líderes negativos no siempre se pueden detectar. Con un líder en positivos es muy fácil trabajar ya que tiene por costumbre siempre ayudar en el buen funcionamiento del grupo, suele mirar por el grupo antes que por él mismo, suele mirar por el bienestar del grupo, por tanto hoy no haremos hincapié en ello y directamente hablaremos del líder en negativo.

Enlace original foto: www.itv.com

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En la mayoría de los casos a los líderes en negativo los solemos apartar o bien castigar e inclusive les obligamos a que abandonen el equipo. Esta es la postura fácil, ya que la mayoría de los entrenadores lo que buscan es no tener problemas en su equipo y les gustaría que toda la plantilla fuera homogénea, por desgracia o por suerte esto no suele ser  así y la mayoría de las plantillas suelen ser heterogéneas.

Cuando detectamos un líder negativo lo primero que debemos hacer es analizarlo para intentar averiguar el porqué de su actuación. A veces lo hacen para llamar la atención, otras porqué piensan que tienen unas responsabilidades que no tienen y que se autoimponen, y otras veces tan sólo por demostrar una posición de poder ante el entrenador.

Una vez hemos averiguado el problema debemos de intervenir. Una forma de empezar sería una charla con él, ojo que no hablamos de un jugador con privilegios, tan solo debemos de utilizar todas nuestras herramientas y recursos para evitar futuros conflictos. En ella deberíamos hacerle ver que su conducta no es la más adecuada y tratar de trasmitirle que ese mismo liderazgo lo puede utilizar en beneficio del equipo y así también crecer él como líder dentro del grupo. A veces tan sólo con dicha charla no bastará y obviamente el líder negativo volverá a intentar influir negativamente en el grupo, es por ello que tendremos una segunda charla con el líder en negativo y hacerle ver que dicho comportamiento no es el correcto y que tiene potencial pero que lo está utilizando de forma inadecuada, y taxativamente se le ha de hacer ver que en caso de no convocarle, no jugar o finalmente si se prescinde de él no va a ser el entrenador quien tome dicha decisión, sino que será él mismo quien decida su futuro con su comportamiento y sus acciones.

Además de todo lo comentado anteriormente, durante los entrenamientos y partidos hay que reforzar ésta intervención con comentarios en positivo, jamás en negativo, puesto que le puede causar desmotivación o frustración en el intento de cambiar su conducta. Evidentemente antes que nada para poder intervenir hay que intentar ganarse la confianza del líder en negativo, puesto que de no ser así es prácticamente imposible poder llegar a dicho líder.

Un último consejo, a un líder en negativo nunca lo pongáis en entredicho delante de sus compañeros, sobre todo al principio de la temporada, puesto que eso será el inicio de un pulso inacabable por parte del jugador y no habrá intervención posible.

KAREM EL GRIRI @Elgriri (twitter)
Segundo entrenador en la Florida C.F