Todos los que alguna vez hemos estado inmersos en un equipo de fútbol, sabemos que el hecho de que alguien traiga el brazalete de capitán es tan importante como el tener agua en el medio tiempo. Ambos nos dan energía para seguir, fuerza para no caer y un sinfín de factores para rendir más.

Algunos entrenadores suelen dar el brazalete al que más tiempo tiene en el grupo por conocer la identidad y los valores de la institución, otros al que destaca más, o al más amistoso. Pero sin duda, es un trámite que no debe tomarse a la ligera, porque además de ser la mano derecha del entrenador, su trabajo en el campo debe ser tan preciso y puntual como lo es el último toque antes de gritar gol.

Un capitán representa al equipo dentro y fuera del terreno de juego; es resolutivo, y cuando existen problemas entre cuerpo técnico y grupo suele aportar positivamente; cumple y hace que se cumplan las decisiones del colegiado; está a favor del fair play, entre innumerables responsabilidades.

El capitán es la figura más importante de un equipo, después del presidente y del cuerpo técnico, la elección es tan fácil, o tan difícil, dependiendo únicamente de la formación del grupo.

Un capitán no es simplemente quien hace el sorteo al principio del partido para elegir el lado o el balón, ser capitán conlleva más… ser capitán es ser un líder.

Y el 2 de junio de 1980 en Rochester, NY, nació un líder así ….. Mary Abigail Wambach.

Mary Abigail Wambach

Al escuchar de Abby, lo primero que puede venir a la mente es que es la futbolista profesional que anotó más goles que cualquier hombre.

Pero, creo que para ella lo más importante en su carrera, ha sido el legado que ha dejado, y es que en sus últimas declaraciones antes de retirarse, confesó que se retiraría de las redes sociales, y que pretendía que “la olvidaran”, porque espera que en el futuro inmediato cada vez sean más las mujeres destacando en el mundo deportivo, y que dejen de ser noticia, porque se convertirá en algo “normal”.

El legado que ha dejado fuera de la cancha, es mayúsculo porque sin duda fue y sigue siendo ejemplo de muchísimas mujeres deportistas. Pero, dentro del terreno de juego, aunque pareciera que es un lugar limitado en tiempo y espacio, sembró tanto que muy seguramente cosechará en mucho tiempo.

“Tú has anotado goles increíbles. Te has echado el equipo a los hombros. Pero lo que realmente vamos a extrañar y lo que, en lo personal sé que extrañaré más es lo que tú haces fuera del campo. Esos son momentos especiales que disfrutaré siempre y por los que siempre te voy a recordar.” – Carli Lloyd.

“En las Olimpiadas del 2012, cuando anoté mi primer gol, driblé de tal forma que quedé sola contra la portera, yo busqué a Abby y ella señaló la portería, ‘ve, ve’ y yo disparé, y anoté. Y ella me dijo que ella me aconsejó eso, porque creía en mí. Ella creía en las personas cuando a veces ni las personas creían en sí mismas.” – Sidney Leroux.

El último partido en un torneo de índole internacional para Abby fue la final del mundial celebrado en verano en Canadá. Era la final y el conjunto de las barras y las estrellas estaba cómodamente arriba en el marcador 5 a 2. La capitán del partido fue Carli Lloyd, jugadora que nunca había portado el brazalete, pero sin tener a Wambach y a Rampone en el once inicial, ella aceptó el rol.

Minuto 79, ingresa el mítico dorsal 20 estadounidense. Y al pisar el rectángulo verde, Carli corre a con su amiga Abby, a darle el brazalete.

“Ha sido un honor para mí usar la banda de capitán, tener el puesto de líder, y no me arrepiento de lo que hice en ese partido, porque cuando vi a Abby entrar estaba segura que lo único que quería hacer es que ella usara el brazalete, porque ella lo merece, ha sido una leyenda para este equipo, su carrera ha sido increíble, estoy tan agradecida que le puedo llamar amiga, compañera, y estoy tan orgullosa de que su último juego en una copa del mundo sea tan fuerte como siempre.” – Lloyd.

“Obviamente sin ti, ninguna de nosotros estaríamos donde estamos. Extrañaré tu liderazgo y verte en la cancha y fuera de ella. Si tengo algún problema, te aviso que iré a buscarte para que me guíes y me apoyes, te marcaré hasta bloquear tu celular si algún día necesito tu consejo, así que prepárate para eso.” – Ali Krieger.

“90’ will never be quite the same without you.” O traducido como que los 90 minutos nunca volverán a ser lo mismo sin Abby. Cuando tus compañeras de equipo dicen eso, es porque efectivamente fuiste buen capitán, y dejaste un legado.

Ivonne Val-Nav – @IvonneValNav – www.ivonnevalnav.com