El conflicto está presente en todos los ámbitos en los que las personas se organizan en grupo (también en pareja), por lo que en el deporte, por supuesto, aparece, y mucho.

¿Por qué aparece el conflicto?

Antes de un conflicto hay una queja, ya sea cubierta o encubierta.

Siempre habrá opiniones diferentes o maneras distintas de entender un comportamiento, de valorar una situación…

Esto no tiene porqué ser peligroso si conocemos técnicas de resolución de conflictos y controlamos el nivel al que llega; de hecho, un conflicto bien enfocado puede incluso potenciar el crecimiento del grupo.

Es decir, una queja es algo normal e incluso beneficioso, ya que nos ayuda a replantearnos cosas y a mejorarlas si fuera necesario.

¿Dónde está el peligro? El peligro aparece cuando esta queja produce un conflicto y el nivel de éste se nos va de las manos.

Pongamos un ejemplo de conflicto: Imaginemos que somos entrenadores de un equipo y consideramos que uno de los miembros de nuestro equipo podría aportar más esfuerzo en el campo (cabe la posibilidad de no tengáis que imaginar mucho). Ésta es una situación de conflicto ya que el entrenador (y quizás incluso otros miembros del equipo) tiene una queja determinada hacia el deportista.

resolución de conflictos

Resolución de conflictos durante un entrenamiento

¿Cómo deberíamos gestionar una queja?

Realmente nadie nos ha enseñado nunca a quejarnos, creemos que es algo innato, pero lo innato es quejarse mal.

Lo que nos sale hacer es recriminar la actitud del deportista, cuestionar su compromiso con el grupo y enfadarnos mucho porque tenemos la sensación de que no cumple nuestras órdenes por más que se lo digamos, incluso que se está riendo de nosotros, por lo tanto buscamos una manera de castigarle.

¿Aquí qué ocurre? Yo cuestiono al futbolista, lo que hace que el futbolista genere una respuesta de defensa que probablemente no mejore la situación, el castigo no se entiende y… es decir, CONFLICTO. Entonces, para que el conflicto no se genere desde un principio e intentar conducir la situación por un camino más sano y beneficioso para todos ¿cómo podemos quejarnos bien? No es tan complicado, basta con seguir 4 sencillos pasos.

Técnicas de resolución de conflictos en 4 pasos

1. Describir la situación

Siempre hay una situación que produce el malestar inicial y la posterior queja y a veces la persona que recibe dicha queja ni siquiera es consciente de esta situación, o la entiende diferente a nosotros, por lo que el primer paso es que la describamos.

2. Expresar sentimientos

Esa situación, como hemos dicho, nos produce un malestar, y es importante que seamos capaces de explicar al otro cómo hace que nos sintamos, así será más fácil que el otro pueda entendernos y ver la situación desde nuestra perspectiva.

3. Especificar lo deseado

Debemos ser capaces de explicar también cómo o en qué nos gustaría que cambiasen las cosas.

4. Explicar las consecuencias

El último paso es explicar qué consecuencias tendrá el seguir haciendo las cosas como hasta ahora.

Si nos saltamos este paso la queja pierde veracidad, además, si después existen unas consecuencias que no habíamos advertido en su momento, la otra persona puede sentirse traicionada, lo que hará crecer el conflicto tanto en duración como en magnitud.

Ejemplo de resolución de conflictos

Y ahora volvamos al caso del futbolista que consideramos que no se esfuerza como nos gustaría y sigamos los pasos anteriores. La cosa sería, aproximadamente, así:

  1. Menganito, tengo la sensación de que podrías dar más en el campo, creo que no aportas el suficiente esfuerzo y que tu actitud está por detrás de la del resto del equipo.
  2. Esto es desagradable tanto para tus compañeros como para mí, todos tenemos que aportar lo máximo de nosotros mismos. Cuando vemos que te guardas esfuerzos nos da la sensación de que no estás lo suficientemente comprometido.
  3. Esto debería cambiar, necesitamos que tu actitud sea la adecuada, que colabores en defensa, que muestres esfuerzo, que lo dejes todo en el campo…
  4. Sé que nos aportas otras muchas cosas, pero si no modificas esto perderás la titularidad, hay otros compañeros aportándonos esfuerzo y la actitud que pedimos que merecerán estar en el 11 titular.

Sí, el conflicto puede ser incómodo y desagradable, pero sólo si lo gestionamos mal.

Aprendiendo a hacerlo y a mostrar nuestras quejas mejoraremos el estado del grupo con el que nos relacionamos, además de conseguir mayores mejoras para todos.

No huyáis del conflicto, sólo gestionadlo bien.

VIRGINIA SÁNCHEZ LARRIBA @VirginiaSL_

Psicóloga deportiva, virginiasanchezpsicologia.com