Hace poco había escuchado una fábula de un magnifico coach  llamado Cesar Lozano, que me hizo recordar que yo la había oído antes a través de un entrenador que tuve en etapa de juveniles.
La situación fue que en un partido de liga íbamos perdiendo por un resultado muy abultado al final de la primera parte. Nuestro equipo se vino abajo, empezaron los nervios entre unos y otros, los reproches y las malas caras.
El entrenador al entrar al vestuario nos mandó callar y nos dijo que nos serenáramos. Una vez todo el equipo estuvo pendiente de él nos fue preguntando uno a uno. ¿Que eres: zanahoria, huevo o café?.
Nadie sabía que contestar, nos quedemos la mayoría extrañados y otros con una sonrisa a medias. Creo que la mayoría contestó alguna de las tres respuestas sin saber porque ante la mirada seria del entrenador.
Seguidamente el entrenador nos contó esta historia:
Si cogemos una zanahoria, un huevo y unos granos de café y los exponemos todos ante un agente agresor cada uno reacciona de diferente manera. En este caso los calentamos todos en una olla con agua hasta hervir y pasa que la zanahoria que parece fuerte y robusta al salir del agua está totalmente destrozada y blanda, el huevo que había llegado frágil y débil al salir su interior se había endurecido como una coraza y el café fue el único que después de que el agua caliente lo estuviera agrediendo fue capaz de transformarla y hacerla más rica. 

Entonces os pregunto: ¿Qué sois vosotros?. Cuando tenéis una adversidad ¿como reaccionáis?:
Sois una zanahoria que parece fuerte pero ante cualquier problema se desmorona, sois un huevo que ante un problema se escuda en su interior de cualquier responsabilidad o por el contrario sois café y ante un problema podéis transformarlo y sacar lo mejor de él.
Está claro que la diferencia en el resultado es muy grande, pero si vamos así es porque hemos hecho muchas cosas mal. Tenemos la oportunidad de salir al campo haciendo mejor lo que hemos fallado en este primer tiempo, tenemos una segunda oportunidad de demostrar que podemos hacer las cosas mejor ante una adversidad. Esto que nos está pasando tiene que servir para que seamos mejor equipo ser capaces de transformar esta situación complicada en algo que mejore al equipo en la segunda mitad, en un futuro …… que nos haga más fuertes.
Podríamos decir que el partido está totalmente perdido y eso lo sabemos, pero también podemos pensar que hay otro partido en esta segunda mitad y que vamos a medir el resultado de este periodo para demostrar que con la suma de esfuerzos de todos los que estamos aquí somo capaces de demostrar que podemos cambiar las cosas si pensamos que todos podemos.
El mensaje nos llegó y el efecto fue positivo y en la segunda mitad todo cambió. El equipo rival confiado de su superioridad le pilló por sorpresa que un equipo con un resultado tan abultado saliera tan motivado. El equipo rival apretó para contrarrestar nuestro ímpetu pero aún así conseguimos un parcial de 0-0 que nos hizo salir con la moral alta y conscientes nosotros teníamos la llave para superar nuestras adversidades.
El grupo se unió un poco más y aprendimos que podíamos utilizar una derrota o mal partido para aprender a ser mejores y utilizarlo para cualquier circunstancia de la vida.
Esta anécdota me ha servido para aplicarlo en dos ocasiones como entrenador, en equipos de edad infantil, y el resultado siempre es positivo, siendo siempre consciente de las posibilidades de tu equipo.
Francis Luque @franxluxna